Lo único que se rompe es lo frágil. Entonces, yo soy frágil.
Antes no lo era. Para nada. Podía aguantarlo todo dentro de mí durante mucho, mucho tiempo. Pero ahora no sé si podré. Realmente no lo sé. A veces tengo miedo de mí misma, de comenzar a gritar en medio de clase y salir corriendo. A veces tengo miedo de que los demás se enteren de lo que pasa por mi interior. Menos mal que no se pueden saber los pensamientos del otro. Menos mal. A veces, simplemente, tengo miedo de cuánto va a durar esto, esa presión en el pecho y esas ganas de gritar contenidas. Creo que tengo miedo de tener miedo, y, ¿cómo puedo ser tan tremendamente estúpida?
En fin.
Maldita debilidad.
No sé si la aguantaré más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario