lunes, 9 de diciembre de 2013

Live.

  -La vida es muy corta - dijo, de repente, mientras que miraba a ninguna parte-. Quítale ese jersey que te gusta tanto a tu padre, y sal a la calle con él, sin importarte que te esté varias tallas grande o lo que la gente piense. Lee un libro y emociónate mientras que lo lees, entristécete porque lo has terminado. Canta mientras que paseas. Rómpete y deja que venga alguien y te arregle. Ve de concierto en concierto. Llora. Ríe. Grita. Enamórate. Rompe los esquemas. Ayuda a cambiar el mundo -hizo una pausa y pude ver una media sonrisa en su rostro-. Coge la vida y vívela, joder, ¡vívela!

viernes, 18 de octubre de 2013

How beautiful you are.

  "Cuando me preguntaban cómo era ella, yo solía responder que bonita.
  Pero con esto no me refería sólo a su físico, si no a su forma de ser, a su forma de vivir.
  Ella era bonita cuando hacía fotos o tocaba la guitarra, cuando la veía hacer las cosas que más le gustaban en el mundo, concentrada, olvidando el resto del mundo. Ella era bonita cuando leía, cuando se fundía en las páginas de una novela, mientras que yo la observaba, a su lado, sin que ella a penas se enterara. Era bonita cuando reía y arrugaba la nariz. Era bonita con esos jerséis tan grandes que llevaba. Era bonita cuando tomaba chocolate y se manchaba los labios. Era bonito entrar en su habitación y ver montones de discos de vinilo apilados y una estantería a rebosar de libros, era bonito ver ese brillo en sus ojos. Era bonita cuando me hablaba de las cosas que más quería, de sus sueños. Era bonito verla emocionada. Era bonito ver lo fuerte que era, intentando hacer que pareciera que todo iba bien, pero yo la llegué a conocer tan bien que sabía cuando ir hacia ella y abrazarla, sin decir nada más. Era bonita cuando se empeñaba en que llevaba razón. Era bonita cuando se ruborizaba y se le encendían las mejillas. Era bonito cuando sus ojos, tan peculiares como ella, se clavaban en los míos. Era bonita, incluso, (aunque no me guste el decirlo) cuando fumaba. No porque lo hiciera, ya que era uno de nuestros motivos de discusión, si no por lo forma en la que cogía el cigarro y se lo llevaba a la boca, la forma en la que expulsaba el humo.
  Recuerdo que siempre llevaba carmín.
  Y el carmín dejaba una marca en los cigarros.
  Como ella dejó marca en mí.
  Sí, ella era tan bonita que era triste."

lunes, 9 de septiembre de 2013

Efímera felicidad.

Normalmente, lo bueno dura poco y lo malo se alarga. ¿Por qué? ¿Por  qué podemos llorar horas por lo mismo y cuando toca reír sólo son unos malditos minutos?
Te sientes en las nubes, sientes que todo te sale bien, piensas: "joder, soy feliz". Y entonces, vuelta a la realidad. Vuelta a los golpes bajos. Vuelta a las noches de llorar hasta dormir. Maldita realidad. Efímera felicidad.
En realidad, es cierto eso de que después de la tormenta sale el sol, pero nadie mencionó lo poco que puede tardar en volver a nublarse.

sábado, 24 de agosto de 2013

Prólogo.

  “Si algo he aprendido de esta vida, es que hay que cuidar y luchar por lo que quieres y estar segura de que vale la pena luchar por ello, ya sea una persona o un objeto. Supongo que por todo lo que me ha pasado estoy tan encerrada en mí misma y me cuesta tanto hacer amigos y llegar  confiar en ellos. Supongo que por eso pocas personas me conocen de verdad. ¿Dos? Creo que sí. A lo mejor soy rara y son ellos los que no me quieren conocer. No sé. Nunca me había parado a pensar en eso.
  A veces pienso que también puede ser que me pase porque tengo miedo. Tal vez, como he perdido tanto, me da miedo coger demasiado cariño a alguien para que luego se vaya de mi vida.
  Pero, cuando tienes completamente tu escudo anti-confianza, puede llegar alguien y cargárselo con un sólo gesto, como una mirada, o una sonrisa. Creo que no soy la única a la que le ha pasado.
  Y cuando eso sucede, cuando ya no hay nada que te proteja, es inevitable hacerse daño, y caer, igual que caíste en un pasado, un pasado que muchas veces, prefieres no recordar.”



jueves, 22 de agosto de 2013

"I just wanna be someone's first choice".

¿Vosotros nunca habéis querido tener una fotografía especial con alguien?
Intentaré explicarme.
Llevo bastante tiempo pensando que, en un momento de ti vida, tarde o temprano, una persona se cruza en tu camino y llega a tu vida para cambiarla, y ser la persona más importante de ella. Con esa persona tienes una conexión especial, un algo que todos buscan, algo irrompible. Esa persona es tu mitad. Y entonces te das cuenta de que esa persona es realmente especial para ti. Y tú lo eres para ella (o él). 
Y seguramente, en uno de los muchos días que pasas a su lado, os toméis una foto, una foto muy importante para ti, una foto que pones en tu pared, haciéndola destacar de todas las demás, una foto que, con sólo mirarla, la gente ya sabe que tenéis ese "algo" ya mencionado, una foto que siempre guardarás, una foto que mirarás cuando necesites sonreír, como aquella persona. 
Y entonces, llega ese momento, en el que sabes que tú eres la primera opción de ese alguien, la persona a la que le contaría todo y el hombro en el que lloraría cuando estuviera roto, y esa persona también estaría para ti siempre, porque ella también es tu primera opción. Tu persona especial, tu foto especial.
Y por mucho que pasara el tiempo, que vuestros caminos se bifurcaran, nunca os olvidaríais el uno al otro. Vuestro vínculo es fortísimo, irrompible.
Y te sientes verdaderamente querido, completo.
No sé, podéis llamarme soñadora, estúpida o incluso ingenua, pero yo creo que hay una persona, una foto, guardada para mí, mi otra mitad, y pienso encontrarla. 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Con título.

Una vez en una hoja amarilla de papel con rayas verdes 
escribió un poema 
y lo llamo “Chops” 
porque así se llamaba su perro 
Y de eso trataba todo
Y su profesor le dio un sobresaliente
y una estrella dorada
Y su madre lo colgó en la puerta de la cocina
y se lo leyó a sus tías 
Ese fue el año en que el padre Tracy
llevó a todos los niños al zoo
Y les dejó cantar en el autobús
Y su hermana pequeña nació 
con las uñas de los pies diminutos y sin pelo
Y su padre y su madre se besaban mucho 
Y la niña de la vuelta de la esquina le envió una
tarjeta de San Valentin firmada con una fila de X
y el tuvo que preguntarle a su padre qué significaban las X 
Y su padre siempre lo arropaba en la cama por la noche
Y siempre estaba ahí para hacerlo. 

Una vez en una hoja blanca de papel con rayas azules
escribió un poema
Y lo llamo “Otoño” 
porque así se llamaba la estación 
Y de eso trataba todo 
Y su profesor le dio un sobresaliente 
y le pidió que escribiera con más claridad
y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina 
porque estaba recién pintada
Y los niños le dijeron 
que el padre Tracy fumaba puros
Y dejaba colillas en los bancos de la iglesia 
Y a veces las quemaduras hacían agujeros
Ese fue el año en que a su hermana le pusieron gafas 
con cristales gruesos y montura negra 
Y la niña de la vuelta de la esquina se rió 
cuando él le pidió que fuera a ver a Papá Noel
Y los niños le dijeron por qué 
su madre y su padre se besaban mucho
Y su padre nunca le arropaba en la cama por la noche
Y su padre se enfadó 
cuando se lo pidió llorando. 

Una vez en un papel arrancado de su cuaderno
escribió un poema
Y lo llamo “Inocencia: Una duda”
porque esa duda tenía sobre su chica 
Y de eso trataba todo
Y su profesor le dio un sobresaliente 
y lo miró fijamente de forma extraña 
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
porque él nunca se lo enseñó 
Ese fue le año en el que murió el padre Tracy
Y olvidó cómo 
era el final del credo 
Y sorprendió a su hermana 
enrollándose con uno en el porche trasero 
Y su madre y su padre nunca se besaban 
ni siquiera se hablaban 
Y la chica de la vuelta de la esquina 
llevaba demasiado maquillaje 
Que le hacía toser cuando la besaba 
pero la besaba de todas formas
porque tenía que hacerlo
Y a las tres de la madrugada se metió él mismo en la cama
mientras su padre roncaba profundamente.
Por eso en el dorso de una bolsa de papel marrón 
intentó escribir otro poema 
Y lo llamo “Absolutamente nada” 
Porque de eso trataba todo en realidad 
Y se dio a sí mismo un sobresaliente
y un corte en cada una de sus malditas muñecas
Y lo colgó en la puerta del baño 
porque esta vez no creyó 
que pudiera llegar a la cocina.

-"Las ventajas de ser un marginado".

jueves, 11 de julio de 2013

Bye, honey.

Recuerdo todo el daño que me hiciste. Todas las lágrimas que derramé por ti. Las palabras que te escribí durante horas pero que nunca te dejé leer.
¿Te quise? Mucho más que eso. Pero, ¿sabes? Esa sensación de querer y no se querido, es horrible.
Muchos me llamarán cobarde, débil, por no intentarlo una vez más, por dejarte ir. Sé que echaré de menos esos pequeños insultos que luego corregías con un "es broma", tus tonterías, tu sonrisa, pero, ¿qué más quieres que haga? Total, nunca sería suficiente, como esa chica preciosa de la que alguna vez hablaste. Pero, tengo claro que si alguna vez olvido todo eso, te olvido, podré vivir sin esos momentos en los que tu mirada no expresaba cariño alguno, esos momentos en los que me sentí realmente mal, y cuando todos me preguntaban que qué me pasaba, yo respondía: "nada", mientras que en mi interior sabía que eso que me pasaba, ni más ni menos, eras tú.
Lo siento, siento haber sido sólo un estorbo en tu camino, siento no haber hecho más que molestar, siento no haber sido suficiente, siento haber derramado tantas lágrimas mientras que tú pensabas en otra, siento haber sido la niña estúpida y tímida que nunca tuvo cojones para decírtelo todo de una vez. 
Pero bueno, supongo que esto nos compensará a ambos, a mí para encontrar a otra persona (aunque no creo que nadie sea como tú), y a ti para quitarte de en medio al estorbo que siempre fui, ¿no?
Aunque en esta carta expreso más dolor que felicidad, creo que debo de darte las gracias, porque, aunque a veces me hayas hecho daño, no te habría querido como te quise si no me hubieras hecho feliz.
Con cariño, alguien de tu pasado.

sábado, 6 de julio de 2013

Maldita rutina.

Me gustaría saber si soy la única que se cansa de la rutina. Sí, ya sabes, el día a día, tener que hacer siempre lo mismo. Lo pienso mucho y ya no es sólo que estoy aburrida, si no que necesito realmente un cambio de aires. Conocer nuevas personas, ir a nuevos lugares, tal vez. Encontrar a alguien que me libre de estar pensando todo el rato y que me ayude a curar las heridas que el mismo pensamiento me ha causado. Sí, es un poco triste eso de que tu subconsciente sea el que más daño te haga, pero supongo que se lleva adelante como todo lo demás. No sé, echo de menos eso de no sentirme sola.
Pero, ¿cómo pienso cambiar mi rutina aquí, cambiar de aires, sentada frente una pantalla? Puede que todo esto sea culpa mía, sí, seguramente. Las cosas me iban mejor cuando tenía verdaderas ganas de comerme el mundo y de ser feliz. Muchas veces digo que me alegro de haber cambiado, de haber madurado, pero creo que en ciertos aspectos solo he conseguido ir cuesta abajo. 
Ahora creo que verdaderamente entiendo lo que sucede. Necesito reforzarme, recuperar esa antigua sonrisa tan mía y comerme el mundo con ella. Necesito encontrar a ese alguien que ya he nombrado, pero el primer esfuerzo tengo que hacerlo yo. Dicho queda.
Ahora, espero conseguir que estas palabras escritas de madrugada, se hagan realidad.